Turismo rural resiste en La Araucanía: pandemia obliga a repensar la experiencia viajera

La crisis provocada por el COVID-19 golpeó con fuerza al turismo en La Araucanía durante 2021, especialmente en comunas como Pucón, Curarrehue, Melipeuco y Villarrica, donde la temporada alta no alcanzó ni el 50% de los niveles pre-pandemia. Sin embargo, en medio de las restricciones y la incertidumbre, el turismo rural y comunitario comenzó a ganar terreno como alternativa resiliente y con identidad territorial.

Diversos emprendimientos mapuche, agrupados en cooperativas o asociaciones locales, adaptaron sus servicios a las nuevas exigencias sanitarias, incorporando protocolos, ofreciendo experiencias al aire libre y fortaleciendo el vínculo con el visitante a través del relato cultural. Las actividades incluyeron senderismo guiado, gastronomía ancestral, talleres de medicina natural y hospedaje familiar.

Uno de los casos destacados fue el del Lof Pewenche Trankurra en Curarrehue, que logró mantenerse activo durante todo el año gracias a su enfoque sustentable y a la promoción digital. “Nuestro turismo no es de masas; es de conexión con el territorio. Eso hoy es un valor”, explicó su representante, Felipe Antinao.

Las autoridades regionales también tomaron nota de esta reconversión. El Sernatur lanzó una campaña para visibilizar el turismo de base local y ofreció fondos para la reactivación de microemprendimientos turísticos afectados por la pandemia.

Aunque el año cerró con cifras modestas, los actores del sector coincidieron en que 2021 marcó un punto de inflexión, abriendo paso a un turismo más consciente, menos invasivo y con un fuerte anclaje en la cultura y el entorno natural de La Araucanía.Araucanía Lacustre - Chile es TUYO

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