Por André Jouffe
Lo celtas originarios del sur de Alemania especialmente del entorno de Rin Danubio y Austria llegaron en grandes oleadas a la península ibérica. Y de esta manera quedó sellada la región de los gallegos.
Más cerca estaba Polonia; y la Galicia polaca, atravesada en parte por la Plote, un zanjón de la aguada en verano, fue siempre el símbolo de la pobreza más absoluta.
Cuando quise visitar el lugar de nacimiento de mis antepasados paternos, viajé a Polonia y grade fue mi sorpresa-e indignación por no haber visto el mapa-, que había ido anexada por Ucrania.
Si usted ve el documental Belfast y el acoso a los protestantes de parte de los católicos en Ulster, Irlanda del Norte, pueda comprender lo que padecía la minoría rusa n Ucrania.
Pero, todo era conversable.
Sin embargo, Vladimir Vladimiriovich Putin, piensa diferente. Aquel joven que levantaba la izquierda cuando joven en la JJCC, luego pasó a ser funcionario pagado del Kremlin y asignado a lo que fuera Alemania Oriental. Cuando ocurrió la caída en desgracia de Yelstin el general Benderich comunicó a sus colegas: “Tengo al reemplazante ideal; maneja un taxi y esta de veraneo en Biarritz (sur de Francia); es un hombre disciplinado que dejó la KGB cuando renovamos personal”
*(Emanuelle Carrrere, Limonov).
Putin recibió el comunicado y respondió: No estoy preparado para que me elijan presidente.
La respuesta más escueta aun: No se preocupe, de eso nos ocupamos nosotros.
Pese a ser padre de familia es ostensiblemente misógino y reservado y su mirada fija no refleja no que piensa.
La invasión a Ucrania obedece nuevamente a afanes expansionistas para rearmar parcialmente lo que fue la URSS bajo bandera nacionalista y pseudo democracia.
Lo que espera a Gabriel Boric, en relación a la pandemia, la convención y otras barreras no significan nada con las consecuencias de esta guerra que ya comenzó.
Ni Trump ni Biden pudieron haber impedido los acontecimientos actuales porque el líder (entre comillas, títere ruso) ya estaba embalado y de Ucrania habrá otros pasos si no estalla una guerra de verdad con varios países comprometidos.
Putin mantiene relaciones con Venezuela y Nicaragua pero su ayuda economía es tan exigua como la de la URSS a Chile en tiempos de Allende. No confiaban en la revolución en libertad porque ellos conocen solamente la guerra. El tema es mantener dos satélites en el sector más occidental posible
Putin no accederá a la vía diplomática tratará de imponer un gobierno, títere también, en Ucrania y después habrá que observar que intereses lo motivan sin que inquieten a los chinos para quienes la expansión rusa es nefasta y la caída de los mercados a raíz de la invasión, peor.