Al hacer un análisis político de nuestra comuna, no podemos soslayar aspectos del momento de ligereza que ha logrado proyectar en estos cinco meses Claudio Musre la suplencia de nuestra comuna.
Más de 40 desvinculaciones de funcionarios ordenadas por él de puño y letra, licitaciones con errores, un paro de los paramédicos, robo de celulares al interior de un recinto a cargo del municipio, un equipo de seguridad ciudadana sin las condiciones para efectuar su labor por la que fue creada (ahora de infantería), con una gestión que solo se da vuelta entre Temuco y Angol y hasta el momento gastando a destajo el poco presupuesto que tiene el municipio, ya que no ha gestionado ni un solo peso (al menos hasta ahora). Con una muy mala señal, que ha dado a la comunidad de contratar a su familia y amigos cercanos con sueldos dignos de una municipalidad con mayores recursos.
Recordemos que Claudio Musre está ahí por el voto interno del Concejo Municipal de los concejales: Santiago Morales, Andrea Reyes, Cristina Villagra y obviamente su propio voto que en caso de un empate vale por dos por ser primera mayoría (450 votos).
¿Qué estará pasando por la cabeza de los concejales que lo eligieron?
A Morales lo vemos un poco cansado, como que se le está comenzando a agotar la paciencia. El hombre fue alcalde por tanto sabe que se puede hacer y que no. Y Musre claramente a sobrepasado la línea de la probidad y ética.
En el caso de Andrea Reyes, se ve más bien pasiva, a ratos descolocada con las equivocaciones del alcalde suplente, pero por el momento sigue apoyándolo.
Por su parte, la única incondicional es la concejala Cristina Villagra, que a ratos se acuerda de una auditoría que al parecer no va a resultar o de alguna pregunta pauteada que incomoda mucho a Musre, pero es solo eso. Durante el desarrollo de los concejos, las miradas entre Musre y Villagra dan cuenta que hay un acuerdo político muy fuerte al extremo de una lealtad irrestricta.
Claramente, el Concejo esta con dos posturas claras Natalia Pedreros y Nancy Puentes, tratando de romper la barrera de la “DEDOCRACIA” impuesta por Musre y los otros tres concejales a ratos con cara de interrogación, pero apoyando las posturas del alcalde suplente.
Hasta este momento se ve al alcalde suplente en todas las acciones sociales de asistencialidad que por programa el municipio viene realizando desde hace años, pero nexos con autoridades que pueden entregar recursos a la comuna absolutamente nada.
Finalmente -nobleza obliga-, destacar que de todos los contratados por Musre para conformar su círculo de hierro; su cuñada (Dideco), ha sido la que mejor se ha desempeñado: sale jugando ante la adversidad, proactiva, profesional y cercana a la gente.