JEAN LOUIS TRINTIGNANT , Mi primer entrevistado de celebridades del cine Por André Jouffé

Falleció en la madrugada del 17 de junio.

Recuerdo que luego de subir cinco pisos, me abrió la puerta de la cocina Jean Louis Trintingant entonces de 37 años de edad. La entrevista en aquel entonces, como todas las del rubro cine, se conseguían por el ente estatal Unifrance.

Se escribía el año 1968 y como en El Conformista de Bernardo Bertolucci, inspirada en la novela de Albert Camus, mantuvo una especie de indiferencia ante la revolución estudiantil que se paseaba por el Quartier Latin ante sus narices.

Era entonces un hombre relativamente joven, no muy alto, muy cálido de entrada. No dijo nada por el motivo por el cual me hizo ingresar por la cocina pero nos fuimos derecho a su dormitorio.

-Lo recibo aquí porque es mi lugar de trabajo; todo lo hago desde la cama. Estaba el teléfono, una radio, una televisión en blanco y negro, máquina de escribir Olympia, muchas fotos y un desorden bárbaro.

Estaba viviendo una separación temporal de Nadine Trintignant con quien tuvo a Marie (su única hija, asesinada durante un rodaje en el año 2003 por su pareja de turno que le asestó 19 golpes al sorprenderla con una carta de su ex marido  de Samuel Benchetrit (murió el mismo año por enfermedad).

Entonces estaba  en boga por “Un hombre y una mujer” y de ahí mi interés por entrevistarlo. Trintignant pensó que ese film con Anouk  Aimée iba a tener tres versiones a lo largo de medio siglo (El día más hermoso, 2019).

Fue considerado el último caballero del cine

-Creo que es un film que marcará una época, una costumbre, la forma de vivir actual-  señaló. Después de varios intentos por fin pude oficiar de piloto de automovilismo; tío Maurice ganó el Gran Prix de Mónaco en tres oportunidades y mi otro tío falleció mientras preparaba su coche en Peronne (Picardía). El, Maurice, en los años treinta fue el precursor de la Fórmula 1.

Aunque el tema era manido, para mí fue inesperado que planteara: Seguramente tenía pensado preguntarme por mi relación con Brigitte Bardot. Fue algo muy pasajero. Yo me estaba iniciando en el cine (1955) cuando rodamos Y Dios creo a la mujer y ante los ojos de su marido, Roger Vadim, seguimos haciendo la escena de amor en el set lo cual causó gran escándalo y la separación de ambos. Sin embargo, curiosamente ambos siguieron muy amigos y amándose más, que antes de la performance.

-Cuando llegó a París a los veinte años, ¿venía como un entusiasta ilusionado?

– No, preparado para lo peor, pero me tocó la suerte de atravesó de contactos familiares vinculados al automovilismo, que contraste, a gente del cine. Pero nada hubiese sido posible sin los estudios en el Instituto de Altos Estudios de Cinematografía.

Ganador del Palmar al mejor actor en el festival de Cannes 1969, Jean Luis Trintignant después de cumplir 75 decidió alejarse del cine para hacer teatro.

En una de sus ocasionales reapariciones en pantalla grande, puso su voz para “La ciudad de los niños perdidos” de Jeunet y Caro cuyo protagonista fue el chileno residente en Francia y colega de Jodorowsky en tiempos de mimo,  Daniel Emilfork, fallecido en el año 2011.

Al cabo de media hora me invitó a un café a un pequeño bistró del barrio latino, su barrio amado, y con la misma sencillez de la bienvenida, nos despedimos con un “a bientot”, hasta pronto.

Nunca imaginaria que 35 años después el destino lo golpearía con el asesinato de su única hija, con quien protagonizó “La terraza”.

Ercilla, publicó ese año la entrevista en la cual aparece el actor con la revista en sus manos.

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